LA NUEVA COSMETICA PERSONALIZADA: ¿MARKETING O REALIDAD?


Cuando uno escribe en Google “Cosmética personalizada” aparecen más de 400.000 entradas. Entonces ¿realmente los dermatólogos debemos aconsejar cosmética personalizada o se trata de una estrategia de marketing?.
En los últimos años han surgido compañías que personalizan tus cosméticos en función del ADN de tu saliva, aplicaciones que te aconsejan cosméticos en función del análisis de tu piel con la cámara del móvil o sistemas de imagen que analizan tu tipo de piel y en función del resultado te aconsejan determinados productos de la misma marca. Todos estos avances tienen un elemento en común: su falta de rigor científico.

En muchas ocasiones los pacientes al final de una consulta dermatológica nos preguntan: “Entonces doctor, ¿qué tipo de piel tengo yo?”. A veces recurrimos a la socorrida respuesta: “mixta”. Es curioso pero los dermatólogos muchas veces nos sentimos más cómodos diagnosticando un melanoma, operando un epitelioma o tratando una psoriasis que comunicando a nuestros pacientes el tipo de piel que tiene y cuáles serían las recomendaciones cosméticas más apropiadas para ese tipo de piel.

¿Por qué los dermatólogos somos bastantes reacios a aconsejar a nuestros pacientes estos cuidados cosméticos? En mi opinión por varias razones, pero hay dos principales. En primer lugar, porque muchas veces no tenemos tiempo y tenemos que priorizar los temas importantes de salud dermatológica antes que la estética. Y en segundo lugar porque muchas veces no tenemos la formación adecuada en cosmética para poder realizar un completo consejo cosmético.

La cuestión es la siguiente: ¡Los pacientes quieren consejos cosméticos del dermatólogo! Si no se les aconsejamos nosotros se van a ir a un gran centro comercial, farmacia o perfumería de lujo donde personas que saben menos de la piel que los dermatólogos van a recomendar a nuestros pacientes qué productos cosméticos deben usar.

Sin embargo, creo que la situación está cambiando. Ahora cada vez más dermatólogos se preocupan en formarse en cosmética para que en sus consultas se puedan dar recomendaciones para manejar tanto la piel enferma como la piel sana. Cada vez hay menos dermatólogos que dicen que la mejor hidratante es la vaselina (¡aunque la vaselina es un excelente producto para determinadas alteraciones de la piel!).

En EEUU las clínicas de dermatología aconsejan y venden productos cosméticos a los pacientes que acuden a estas clínicas. Y el paciente interpreta este servicio como un valor añadido. En este sentido recientemente han aparecido  en España iniciativas interesantes como UNIVERSKIN
que consiste en disponer en la consulta del médico el material necesario para hacer la “fórmula magistral” a medida de las necesidades de la piel del paciente. Consta de un serum básico y 19 componentes extra que el dermatólogo, en función del tipo de piel y de las necesidades del paciente, puede añadir en las concentraciones que considere más apropiadas. Los componentes son las moléculas que han demostrado eficacia en estudios clínicos como el retinol, ácido salicílico, vitamina C y otros antioxidantes, superóxido dismutasa, arbutina, acido azelaico, acido kójico, aloe vera, etc. La fórmula se mezcla delante del paciente y se personaliza con sus datos.

Podéis ver un vídeo del proceso AQUÍ.


Otra iniciativa interesante es la APP SKINGDOM , en la cual yo participo. Se trata de un COSMETIC COACH donde en función de un algoritmo que consigue identificar el tipo de piel del paciente (sensible/resistente, manchas/no manchas, arrugas/no arrugas, tendencia a acné o no, etc.) recomienda una serie de cosméticos de distintas marcas que se adaptarían mejor al tipo de piel del paciente. Estos cosméticos se envían a casa del paciente y luego se hace un seguimiento de la satisfacción del paciente con el protocolo aconsejado.

En futuros posts os explicaré más detalles de estas dos iniciativas (Universkin y Skingdom) que me parecen interesantes y tienen detrás rigor y ciencia.

A pesar de estas novedades hay que dejar claro que los cuidados cosméticos tienen una eficacia limitada. Si quieres quitarte la arruga del entrecejo déjate de cremas y ponte Botox. Si quieres eliminar manchas solares (léntigos) hazte un láser Q Switch. Las cremas son un complemento magnífico a los tratamientos que se pueden hacer en una clínica de dermatología, pero no hay que olvidar que una crema no va a eliminar una arruga, ni va a mejorar la flaccidez, ni la celulitis ni la grasa localizada. Las cremas son muy útiles como fotoprotectores (“el mejor cosmético es una crema de protección solar”), ayudan a mejorar las manchas hormonales si contienen las moléculas adecuadas (por ejemplo, hidroquinona), iluminan y dan frescura a la piel si se trata de cosméticos que “activan” de forma adecuada la piel (la molécula más eficaz sigue siendo el ácido retinoico) e hidratan la piel en casos de pieles con tendencia a la deshidratación, lo cual produce un efecto “flash”.

Por todo ello NUESTRA FÓRMULA ANTIEDAD básica para una piel no sensible se basa en utilizar un sérum o emulsión de vitamina C por la mañana y posterior aplicación de un fotoprotector. Por la noche recomendamos combinar cremas con retinol, cremas con alfahidroxiácidos (como el ácido glicólico) y cremas confort (cremas hidratantes suaves) EN FUNCIÓN DEL TIPO DE PIEL DE CADA PACIENTE. Y una potente exfoliación dos veces por semana, que se puede hacer con una crema exfoliante. Si la piel es sensible, o con tendencia acneica, o tiene manchas el protocolo cambia.
Es importante que la cosmética de las cremas se ajuste a las características de la piel de las pacientes, es decir, más hidratantes para las pieles secas y más astringentes o menos grasas (lociones, emulsiones o espumas) para pieles con tendencia seborreica.

También conviene avisar a los pacientes de que en las primeras semanas la piel se puede pelar como consecuencia del efecto peeling de los productos. Este efecto debe desaparecer en pocos días probando la tolerancia de la piel a los productos y alternando cremas más agresivas con cremas confort de la forma adecuada. Por ello un dermatólogo siempre debe estar detrás de estos protocolos para optimizar los resultados y controlar la irritación de la piel.

Quería finalizar compartiendo algunos “cartoons” que me han hecho gracia sobre el tema que tratamos.




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